Fue un golpe para ella, pero sab铆a exactamente lo que ten铆a que hacer para demostrarle al oficial que las acusaciones eran falsas. Sac贸 su tel茅fono y le mostr贸 la colecci贸n de mensajes de acoso que hab铆a recibido durante un a帽o a trav茅s de redes sociales. El correo electr贸nico fue la 煤ltima artima帽a de una campa帽a incesante de trolls que empez贸 cuando revelaron su identidad real como integrante del grupo ciudadano de caza de ped贸filos The Hunted One (La presa). "Ha sido una aut茅ntica pesadilla". Intent贸 ocultarle lo que le estaba pasando a su familia, pero al final se volvi贸 demasiado grande. "Un d铆a el acoso por Twitter fue tal que me derrumb茅 en el piso de la cocina y romp铆 a llorar", dijo. Fue entonces cuando se lo cont贸 a su esposo, aunque sus hijos m谩s peque帽os todav铆a no saben nada de lo ocurrido.
The Hunted One asegura que ha proporcionado pruebas a la polic铆a que resultaron en la condena de 30 abusadores sexuales. Howarth se hab铆a ofrecido a trabajar de forma voluntaria en este grupo ciudadano despu茅s de haber hecho algo similar con otra asociaci贸n m谩s peque帽a llamada Guardians of the North (Guardianes del Norte). Su papel en The Hunted One era hacerse pasar por chicas j贸venes a trav茅s de perfiles falsos de Facebook, a modo de se帽uelo. Aceptaba solicitudes de amistad de hombres mayores que pronto empezaban a revelar sus intenciones.
Cuando ya hab铆a conseguido acumular pruebas suficientes contra los sospechosos, pasaba esos mensajes a la polic铆a o participaba en trampas, donde enga帽aba al sospechoso para hacerle acudir a un encuentro donde despu茅s, en lugar de verse con la menor que aparec铆a en internet deb铆a enfrentarse a los miembros del grupo ciudadano. Muchas veces estos momentos eran grabados en video y despu茅s subidos a internet. "En ese momento cre铆 que lo que estaba haciendo estaba bien", asegura Howarth. Pero despu茅s de cinco meses de unirse a The Hunted One, las identidades reales de sus miembrosse dieron a conocer en un blog. El blogger an贸nimo se quej贸 de que eran "peligrosos" y "que estaban fuera de control".
En ese mismo blog tambi茅n aparec铆an varias p谩ginas pro-pedofilia, incluida una donde se solicitaba la abolici贸n del registro de delincuentes sexuales y un art铆culo en el que se solicitaba la legalizaci贸n de im谩genes indecentes de ni帽os. Esto ha llevado a esta madre de 42 a帽os a a sospechar que al menos algunos de quienes la atormentaban a trav茅s de las redes sociales eran ped贸filos descontentos, sobre todo porque los ataques comenzaron poco despu茅s de que su identidad real se dio a conocer. "Definitivamente hay ped贸filos detr谩s de esto", asegura. "No quieren que cazadores de ped贸filos como yo seamos operativos". "Por eso me preocupa que si me encuentran, tomen fotos de mis hijos".
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